Teherán volvió a advertir hoy a Arabia Saudí de que Irán tendrá “una fuerte reacción” y de que pueden darse “sucesos impredecibles” si Riad persiste en tratar de “anexionarse” Baréin, informó la agencia local Fars.
En declaraciones a la agencia, el secretario del influyente Consejo del Discernimiento, Mohsen Rezai, dijo: “Estas medidas crean inseguridad en toda la región y la República Islámica de Irán, como país influyente en el golfo Pérsico, no estará siempre en silencio sobre estas maniobras saudíes”.
“Aviso a Arabia Saudí que dé la vuelta en el camino que ha tomado y pare sus actuales manejos, porque si sigue la región puede enfrentarse a sucesos impredecibles”, agregó Rezai, ex comandante de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de elite de las Fuerzas Armadas iraníes.
Desde hace dos semanas, se han difundido informaciones sobre una eventual unión entre Baréin y su vecina Arabia Saudí, lo que ha provocado fuertes protestas en Irán.
Históricamente, Teherán ha tenido pretensiones territoriales sobre Baréin, un pequeño Estado insular del Pérsico en el que se calcula que cerca del 70 por ciento de la población es también musulmana chií, aunque está gobernado por una monarquía suní de la familia Al Jalifa.
Comentaristas tanto árabes como iraníes han apuntado que la posible unión tendría como fin diluir la protesta de la mayoría chií bareiní, que desde hacen quince meses exigen reformas democráticas a los Al Jalifa, y evitar una mayor influencia de Irán en el país.
Decenas de personas han muerto y cientos han sido heridas y detenidas en la represión de las protestas para exigir reformas democráticas en Baréin, donde el régimen de los Al Jalifa ha contado con la ayuda de tropas del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), en especial saudíes y emiratíes.
El pasado 14 de mayo, los países del CCG, compuesto por Arabia Saudí, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait y Omán, se reunieron en Riad para estudiar una eventual unión promovida por los saudíes, sobre la que surgieron diferencias que impidieron una decisión.
Irán ha mostrado su apoyo a la oleada de protestas y cambios que desde hace más de un año sacuden a los países árabes, que el régimen de Teherán denomina “despertar Islámico” y considera que está inspirada por la revolución islámica iraní de 1979.
Teherán ha manifestado su respaldo a las revueltas de Túnez, Egipto, Libia y Yemen y los levantamientos y protestas en Baréin, Arabia Saudí y Jordania, pero apoya firmemente al régimen de Siria, su principal aliado árabe, y considera el levantamiento obra de grupos terroristas apoyados por EEUU y algunos países árabes.
AGENCIAS – GS NEWS
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