Varias horas después del rechazo por parte de los grupos de la mayoría gubernamental iraquí a una iniciativa saudí, las calles de Bagdad han sufrido una serie de fuertes atentados mortales. ¿Se trata de una simple coincidencia?
El martes por la mañana el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, agradeció una oferta de mediación de Arabia Saudí, pero la declinó afirmando que podía ser hallado un acuerdo en Bagdad para salir del impasse en el tema de la formación de un gobierno.
Esa misma tarde, 11 atentados con coche bomba coordinados causaron la muerte a decenas de personas en la capital iraquí y heridas a varios centenares.
Según una fuente en el seno del Ministerio del Interior, al menos 63 personas murieron y 285 resultaron heridas en las explosiones. Tras las mismas fue decretado el toque de queda en Bagdad.
Estos atentados van a retrasar, sin duda, la formación de un gobierno iraquí. En los últimos días varios grupos iraquíes se habían puesto de acuerdo para el nombramiento como primer ministro de Nuri al Maliki. El último grupo en unirse a este acuerdo fue el partido shií Fadhila. Esto significa que Maliki tiene ya asegurados en este momento 138 diputados de los 325 con que cuenta el Parlamento.
Las relaciones entre Maliki y Arabia Saudí han sido malas en los últimos años y varios políticos iraquíe acusan al régimen saudí de apoyar a los grupos extremistas que operan en Iraq con el fin de desestabilizar el gobierno shií de Maliki.
almanar.
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