Por: Marco Terranova Tenorio. (Zadig Alí)
El intento de ataque al santuario de Zainab en Siria, es un ataque directo a todos los musulmanes y al corazón del Islam…
Curiosa oposición siria que necesita de más de 50.000 mercenarios pagados extranjeros para llevar un pulso al gobierno legítimo actual sirio.
Resulta curioso como necesitan de armas, de llevar el caos al país, de poner bombas, asesinar, matar niños y destruir instalaciones, emulando a su enemigo, para derribar, según ellos, un gobierno que va contra el pueblo sirio, cuando todos sabemos que este ejército “libre” sirve a los intereses de la OTAN y busca bombardear Siria, destruirla y robarle el gas, ya que Siria es un país rico en gas.
Resulta curioso que los gobernantes de Qatar y Arabia Saudí llamen a la “democratización” de Siria; ellos, cuya mitad de la población viven en el umbral de la pobreza, y dilapidan los recursos petrolíferos que en verdad pertenecen al pueblo, no a una o varias familias.
Mas vergonzoso aún son el llamamiento “hacia la purificación de la religión y vuelta a los orígenes” lanzada por los dirigentes salafistas saudíes, entre ellos su Emir, cuyas medidas son anticoránicas y van contra los musulmanes, ya que hace un llamamiento al odio y a llevar acciones violentas contra las minorías, sean shies, cristianas o judías, o que no pertenezcan al libro.
No importa, pero que lejos están éstos que hoy quieren llevar la bandera del Islam y la dirección de la Umma de nuestro Rasul.
En ningún momento Rasul actuó contra los cristianos o judíos o miembros de otras religiones, ya que a él, con su ejemplo, le bastaba para hacer llegar su mensaje al corazón de los demás.
Hoy vemos que a sangre y fuego se quiere convertir y esto está haciendo del Islam cada vez mas una religión apartada del Corán y alejada de sus principios.
Esta corriente nacida en Arabia Saudí, digamos que es ajena a los principios coránicos de amor, misericordia, compasión…
No amigos, no hablo de sufismo, de debilidad. Basta que un malaica venga con una orden expresa y de un espadazo borre de la faz de la tierra al mayor ejército del mundo.
Se nos ha pedido paciencia, estamos en prueba, y aunque las injusticias se multiplican en el mundo y avanza el poder corrupto y destructor, debemos ser pacientes y tenaces en aquello que creemos, y no traicionar nuestros valores, debemos permanecer firmes antes las adversidades.
La destrucción de Iraq no acabó solamente con los cimientos de un país y aniquiló a un millón de iraquíes. Las constantes acciones terroristas de servicios secretos occidentales y del Mossad ha llevado a los musulmanes a dividirnos entre shiíes y sunníes, mientras los nuevos “puros”, los salafistas, apoyan la destrucción del shiismo junto a occidente; hablamos del apoyo a la destrucción de aquellos que, nos guste o no, apoyan a la familia directa de Rasul.
Pero el peligro está ahí, si se llevase a cabo la destrucción o fuerte debilitamiento del shiismo, conllevaría algo monstruoso, esto es la declaración de guerra del salafismo contra el sunnismo, destruyendo así el Islam y alejando a la gente del Libro revelado.
No nos engañemos, si quieremos una vuelta a los orígenes, la clave no está en seguir ciega y literalmente a los compañeros del profeta o en el pasado. La vuelta a los orígenes está aquí, en el presente.
Se guardián de tu hermano sin importar sus creencias, haz el bien, elévate espiritualmente, sirve al bien y a la justicia, aléjate del mal y lucha por el buen gobierno, ese que está al lado de los pobres, de los débiles, ese que está contra el poderoso.
Siria se compone de casi un 40 por ciento de cristianos, hay otros tantos judíos y shiies, alawuitas y otras corrientes minoritarias; pretender un gobierno de “puros” significa implantar una masacre en ese país y llevarlo al caos.
Hace algunas semanas, jóvenes musulmanes de Kenia protegieron las iglesias cristianas de los ataques de “nuevos grupos fundamentalistas islamistas”; lo curioso es que Obama no los declaró grupos terroristas, a pesar de las constantes advertencias del líder cristiano de ese país.
Curioso comportamiento de un supuesto jefe de estado de una nación cristiana que defiende a grupos terroristas con el apellido de islámicos mientras que no apoya a los cristianos de ese país.
El riesgo hoy de tercera guerra mundial es grave. Pero los pueblos despiertan, en occidente y oriente, y con él, el ejército del bien al servicio de la justicia y la vida para destruir y derrocar a los actuales poderes del mundo, gente inhumana que está llevando a la vida a su destrucción.
Ya nos avisaron sobre los engaños, los medios de comunicación, la educación etc.. pero hoy tenemos un medio para saber quien engaña y quien no, esto es el corazón. No trato con este artículo de influenciar, sino que para mí es un medio con el que alertar sobre la necesidad de vigilar a esos que se dicen musulmanes y que no lo son. Un musulmán no diría jamás que hay que matar a nadie.
Si queremos volver a nuestros orígenes, lo primero es, preguntarnos si creemos de corazón lo que decía Rasul, y si es así, si estamos dispuestos a seguir en la senda de la misericordia, el amor y el bien, y no en una senda marcada por gente que ha sido extraviada.
La solución no pasa por destruir tal o cual país, tal o cual pueblo. La solución pasa por volver de nuevo al Corán, volver de nuevo a esa raíz, pero para ello debemos ser humildes, ir elevándonos espiritualmente y buscar ante todo la UNIDAD de los musulmanes y batallar y luchar contra las injusticias y los gobiernos que hoy sirven a occidente y a la OTAN, y que dilapidan los recursos que pertenecen a los musulmanes en grandes coches y casas.
El petróleo y el gas y los grandes recursos de nuestras tierras no pertenecen a ninguna familia ni a ninguna corporación. Pertenecen a los pueblos y debe ser distribuido.
Cuando se dijo que el hombre no es el soberano de la Tierra ni su dueño, significa claramente que somos administradores de la creación, y un día se nos pedirán cuentas por ello.
Puede ser que muchos, los débiles, han dejado de creer en un nuevo día, en un nuevo futuro; a esas personas que ven multiplicarse el mal, que ven la fuerza poderosa de un gran ejército y de un gran estado con gran poder les digo que, no hay mayor poder que el soplo de Allah, que no hay ejército que aguante su soplo.
La historia pasará, este presente pasará y la humanidad irá recobrando su fuerza interior y su energía y con ella su din para ir avanzando en la senda de un progreso certero, este es, el que va de la mano del progreso material y espiritual y donde no se deja a nadie en la cuneta, sea musulmán o no lo sea.
El sistema está insuflando odio a los pueblos, es nuestro deber resistir ante estas tentativas y, de nuevo, debemos unirnos todos, debemos dejar las diferencias. Si queremos regresar a los orígenes, busquemos las respuestas en nuestro corazón y las preguntas hay que hacerlas directamente mirando hacia arriba sin intermediarios… La guía ya nos llegó y si queremos tener certeza de no desviarnos no es tan difícil, si nos acercamos al Corán sin doblez de corazón y con cierta pureza, su poder no nos destruirá, pero si vamos con engaño y buscamos cosas alejadas de aquello que no nos incumbe o buscando poder o saber mas por saber, puede ser que el mismo Corán nos desvíe, ya que hay dos caminos, el amor o el odio, y uno lleva a elevarnos y a triunfar en la vida y otro a deshumanizarnos y destruir nuestra alma y fracasar como ser humano.
Ánimo a todos
Marco Terranova Tenorio. (Zadig Alí) Licenciado en Ciencias Políticas UNED y Director del Diario UNIDAD.
http://www.hispantv.com/
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