Vendiendo una vez más la piel del oso antes de cazarlo, los líderes occidentales, muy dedicados a la autosugestión, predijeron la inminente caída de Bashar y del régimen sirio. Así lo hicieron de Erdogan a Fabius pasando por Clinton. El martes, un líder del Consejo Nacional Sirio causó sensación -y un escándalo dentro de su organización -al declarar que la transición política se puede hacer bajo la dirección de un miembro del gobierno sirio actual. Fue poco después “corregido” por Bassma Kodmani, portavoz del CNS y empleada de los gobiernos estadounidense y británico, que recordó a aquel que la transición debería hacerse necesariamente bajo la autoridad de un miembro de la oposición.
Esta ligera cacofonía puede reflejar la existencia de una disensión –no, sin duda, por primera vez- en el seno del CNS entre un ala moderada y otra dura. La prensa francesa, entre ellos Le Parisien, también ha tomado nota de un “ablandamiento” en el tono de la diplomacia norteamericana hacia Bashar, basándose en la última parte de una frase de Hillary Clinton: “Creemos que es no es demasiado tarde para que el régimen de Assad comience a programar una transición que permita encontrar una manera de poner fin a la violencia”. Esto refleja, de hecho, en comparación con anteriores declaraciones de Clinton, un cierto cambio circunstancial. Y la circunstancia es tal vez el fracaso total del ataque del Ejército Sirio Libre (ESL) contra Damasco.
En el frente diplomático, cabe destacar es la declaración hecha el martes por un líder de los Guardianes de la Revolución iraníes, Masud Jazayeri. En dicha declaración, efectuada a la agencia Fars, él advirtió, sin nombrarlos, a EEUU, Turquía, Qatar y Arabia Saudí en contra de cualquier intervención en Siria: “Los amigos de Siria y el frente de la resistencia no están ahí todavía, pero si eso (la intervención) llega a producirse el enemigo recibirá golpes decisivos”.
El “frente de resistencia” incluye, además de Siria, Irán, el Hezbolá, libanés y sus aliados y algunas organizaciones palestinas. El miércoles pasado, el líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, también reafirmó su apoyo a Siria “tal cual”: “La verdadera Siria es la de Bashar al-Assad, la de los mártires y la de Assef Shaukat, Dahud Rajah y Hassan Turkmani (tres de las cuatro víctimas del atentado del 18 de julio contra responsables sirios)”, le dijo a varios miles de seguidores reunidos en Beirut, algunos de los cuales hacían ondear la bandera de Siria y retratos de Bashar. A principios de julio, Ahmed Yibril, dirigente del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Mando General, ya había anunciado la movilización pro-siria “Nosotros (el FPLP-MG), Hezbolá e Irán lucharemos junto a Siria en caso de agresión”.
En un plano más “acogedor”, pero no menos importante, Rusia envió nuevos barcos de guerra a la costa de Siria – el martes ellos cruzaron el Estrecho de Gibraltar. Así pues, Erdogan puede cerrar su frontera con Siria, el Consejo Nacional Sirio distribuir cargos en un hipotético gobierno y Qatar inyectar más dinero en el pozo sin fondo de la “revolución” siria. Pero definitivamente hay una barrera infranqueable que se encuentra en el camino a Damasco.
Source: Sitios Web
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