El presidente sirio, Bashar al-Asad, se comprometió el martes a eliminar a la rebelión contra su Gobierno, tras 17 meses del disturbio en el país árabe.
“El pueblo sirio y su gobierno están decididos a purgar al país de terroristas y a combatirlos sin descanso”, afirmó el mandatario sirio al aludir a los enfrentamientos de todo tipo del Ejército con las bandas terroristas en la ciudad noroccidental de Alepo.
De igual manera, el máximo responsable del gobierno de Damasco apostilló que Siria es un elemento fundamental de la “resistencia” contra Estados Unidos y el régimen de Israel.
Unas horas antes de que se produjeran estas declaraciones, el Ejército sirio atacó a los insurgentes en el barrio de Al-Asileh, en Alepo, reportándose en el frente opositor unas 150 víctimas, entre bajas y heridos.
El Ejército del Gobierno sirio ha centrado sus operaciones en las afueras de Alepo y ha conseguido cortar las vías de suministro de los insurgentes; el resto de la ciudad está bajo control de las fuerzas del orden.
Siria experimenta desde marzo de 2011 disturbios provocados por grupos terroristas, marionetas de Occidente [Estados Unidos y sus aliados], cuyo objetivo es posibilitar una intervención extranjera en este país y derrocar al Gobierno de Bashar al-Asad.
msh/kt/nal/hispantv
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