Ayer tuvo lugar el anuncio por boca del líder del Movimiento Patriótico Libre, Michel Aún, del fracaso de la iniciativa sirio-saudí destinada a mitigar las consecuencias emanadas de la publicación del acta de acusación del Tribunal Especial para Líbano (TEL). Tras este hecho, la oposición libanesa ha pasado a la acción. Una delegación ministerial ha sido enviada directamente a hablar con el presidente de la República, Michel Suleiman, pidiéndole que convoque el gabinete ministerial para que asuma sus responsabilidades frente a los planes trazados contra Líbano.
Según el ministro de Estado para los Temas Administrativos y diputado de Hezbola, Mohammad Fneish, el presidente se ha encargado de contactar con Hariri, que se encuentra en Nueva York, donde se reunió el martes con el rey saudí Abdula y se encontrará este miércoles con el presidente norteamericano, Barack Obama.
Las declaraciones de Fneish fueron efectuadas durante el encuentro que se desarrollaba al mismo tiempo en la residencia del general Aún en Rabiye, con la participación de los líderes de la oposicion. Tras expresar su lamento por el impasse en el que se encuentra la iniciativa, Fneish culpó de su fracaso a las presiones norteamericanas y a la incapacidad del equipo libanés que se encuentra en la actualidad en Nueva York. Él ha evocado a este respecto las declaraciones de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, en las cuales ella expresó “la inquietud de su país por las tentativas de desestabilizar Líbano”.
“Por nuestra parte, no queremos dejar el país sufrir debido a la parálisis del gobierno y sus instituciones. Nuestro equipo político ha tomado la iniciativa de contactar con el presidente de la República, el general Michel Suleiman, para reunirse con él y pedirle que actúe y convoque una reunión ministerial a fin de que el Gobierno pueda asumir sus responsabilidades, en tanto que institución encargada de los asuntos del Estado, hacer frente a las actuales evoluciones en curso y tomar una posición adecuada frente a los acontecimientos, sobre todo en lo que concierne al TEL y el acta de acusación, y las divisiones y problemas que se arriesgan a provocar,” precisó.
Fneish añadió: “El presidente desea también contactar con Hariri. Esperamos por el momento la respuesta del presidente y la del primer ministro”.
El ministro de Hezbola indicó que los ministros de la oposición habían decidido continuar reunidos en consultas y en sesión abierta para tomar la decisión que sea conveniente una vez que las respuestas sean dadas. “Es necesario coordinarse en el marco de las instituciones constitucionales para encontrar una solución, visto que la iniciativa árabe ha entrado en un impasse,” señaló.
Al final del encuentro, que tuvo lugar en su residencia, el general Aún declaró que si el primer ministro, Saad Hariri, se niega que se celebrar una reunión ministerial, el gobierno no iba a suicidarse, pero se negó a precisar las medidas siguientes de la oposición, contentándose con señalar que ellas serían reveladas ulteriormente.
Por su parte, el jefe del bloque parlamentario Lealtad a la Resistencia, Mohammad Raad, que se reunió la jornada anterior con el ex primer ministro Omar Karame, fustigó la injerencia norteamericana dirigida a sabotear la iniciativa y los esfuerzos árabes desplegados para mantener la entente nacional en Líbano.
“En todo caso, no queremos precipitar las cosas, puesto que no tenemos todavía una posición oficial, aunque las informaciones de algunos medios y fuentes especiales que hablan de intromisión y sabotaje norteamericano. Antes de su salida para Nueva York, en una entrevista con el periódico Al Hayat, el primer ministro señaló que el compromiso sirio-saudí había sido logrado desde hace algún tiempo. Hoy en día, después del viaje a Nueva York, queremos saber si esta posición continúa siendo la misma o ha cambiado,” afirmó.
Raad estimó que “las tentativas de sabotaje norteamericanas no son el fin del mundo, ni el fin del recorrido” y aseguró que “las opciones de los libaneses, en este caso de la oposición, son numerosas y existen alternativas, sean cuáles fueren los acontecimientos.”
En lo que se refiere al primer ministro, Saad Hariri ha declarado que “a pesar de las evoluciones de las últimas horas, queremos actuar por todos los medios para dejar abiertas vías para que los libaneses alcancen soluciones que preserven la estabilidad y la calma y salvaguarden la unidad nacional, que constituye la única garantía de los libaneses frente a los desafíos.”
“Nosotros aspirábamos, cuando hicimos las últimas declaraciones en Beirut, a que los esfuerzos sirio-saudíes tuvieran éxito con el fin de ejecutar las cláusulas que constituían la base de los esfuerzos desplegados desde hace varios meses por el rey saudí y el presidente sirio, de modo que los sacrificios para Líbano y el Estado sirvan para concretar la voluntad de todos, y permanecemos siempre dispuestos a comprometernos en favor de esta voluntad,” indicó en un comunicado.
Hariri añadió: “Nuestras esperanzas nos conducen hacia nuestros hermanos y amigos, invitados a ayudar a Líbano a atravesar esta etapa difícil, y sobre todo hacia la sabiduría de los libaneses en primer lugar y la de sus dirigentes a fin de que no nos dejemos arrastrar hacia las reacciones.”
Según el primer ministro, la fase actual exige de parte de todos el grado más alto de sabiduría y responsabilidad, puesto que, según sus propios términos, el primer beneficiario es el enemigo israelí.
Por la tarde, otra posición vino de parte del miembro del Movimiento del Futuro Ahmad Fatfat, según la cual la entente sirio-saudí está siempre en vigor. “En lo que nos concierne, la entente sirio-saudí, que se apoya en la necesidad de preservar la estabilidad de Líbano, está siempre en vigor,” declaró en el curso de una entrevista televisada.
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