La jugada maestra de Putin sobre Israel
Según informa la web israelí DEBKAfile, Putin realizó una oferta a Israel para proteger y desarrollar los vastos yacimientos de gas de Israel, antes de iniciar el despliegue de tropas rusas en Siria para proteger al gobierno de Bahsar al-Assad, en lo que sería una magistral jugada de ajedrez por parte de Putin.
Hace más de quince días, el presidente ruso Vladimir Putin presentó una proposición a Israel, en la que Rusia se ofrecía a custodiar los ricos yacimientos de gas situados en el Mediterráneo frente a las costas de Israel, sumando a ello una oferta de inversión rusa de entre 7.000 y 10.000 millones dólares, destinados a desarrollar y explotar Leviatán, el mayor de los yacimientos de gas; además, Rusia proponía la construcción de un oleoducto hacia Turquía para exportar ese gas a Europa, según informa DEBKAfile.
La oferta fue realizada directamente al primer ministro Binyamin Netanyahu a través de una serie de conversaciones telefónicas confidenciales y a través de una serie de emisarios e intermediarios discretos.
Al realizar esta oferta, Putin ocultó convenientemente a Netanyahu sus planes inminentes de acumular en Siria infantes de marina rusos, unidades de la fuerza aérea, buques de guerra y misiles, a pesar de que dicho plan de despliegue de tropas ya había sido elaborado conjuntamente en detalle con el gobierno deTeherán a finales de julio.
Putin lo expresó de esta manera: el enorme yacimiento Leviatan es colindante con la zona económica exclusiva o mar territorial del Líbano y por lo tanto es vulnerable a posibles sabotajes por parte de Irán, Siria o Hezbolá, ya sea realizados por comandos o por ataques de cohetes.
Una inversión de miles de millones de dólares por parte de Rusia en el yacimiento Leviatán, lo convertiría automáticamente en un proyecto ruso y eso serviría precisamente de escudo para la propia explotación, puesto que ni Siria ni Hezbolá se atreverían a atacarlo, a pesar de que perteneciera a Israel.
Sin embargo, ahora la situación ha asumido un cariz diferente.
Las fuerzas rusas ya están fluyendo hacia Latakia y se están posicionando en Siria, y Moscú ha declarado la zona desde el puerto de Tartús en Siria hasta Chipre, como zona cerrada a la navegación y al tráfico aéreo desde el 15 de septiembre al 7 de octubre, en vista de unas “maniobras militares que incluyen lanzamientos de prueba de misiles guiados” desde buques de guerra rusos.
Cuando Putin ofreció un escudo protector para los campos de gas israelíes a finales de agosto, sabía perfectamente que dicha protección recaería directamente en las fuerzas militares rusas que iba a desplazar a la zona y no en la renuncia por parte de Irán y/o Siria a perjudicar los posibles intereses rusos. Iba pues, un paso por delante, como todo buen jugador de ajedrez.
Entonces, el 30 de agosto, Netanyahu discutió la nueva propuesta rusa con el primer ministro italiano Matteo Renzi cuando se reunieron en Florencia, en el contexto de la participación del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi en Oriente Medio y el negocio europeo de la energía y sus estrechos vínculos con Putin .
Cabe destacar que Berlusconi y Netanyahu también son buenos amigos.
El primer ministro israelí nunca confirmó explícitamente a Putin que consideraría la oferta rusa.
Netanyahu dudó ante la oferta rusa porque creyó que un acuerdo con Moscú para explotar dichos yacimientos de gas resultaría inaceptable para Washington y la empresa Noble Energy de Texas, que dispone de una participación del 39,66% en el consorcio que controla el yacimiento Leviatán, así como participaciones en los pozos de gas más pequeños de Tanin y Tamar.
Mientras tanto, dos ministros israelíes, el ministro de finanzas Moshe Kahlon, y el de economía Arye Deri, obstruyeron pertinazmente la autorización final del gobierno israelí para iniciar la explotación de gas de dichos yacimientos; posturas que contribuyeron a que Netanyahu retrasara y eludiera su respuesta a Putin.
Pero cuando se reveló definitivamente el flujo de tropas y equipamiento militar que Rusia estaba desplazando a Siria, Netanyahu comenzó a apreciar que debería reconsiderar tanto la situación militar y estratégica de Israel con respecto a Siria y el Mediterráneo oriental, como también la posible perspectiva de inversión extranjera para proyectos de desarrollo de los vastos yacimientos de gas israelí.
De hecho, el panorama estratégico de Israel ha hecho un giro radical en cuatro aspectos principales:
1. El gobierno israelí ya no puede aceptar como hipótesis de trabajo el derrocamiento del gobierno de Assad a corto plazo. La inyección de fuerza militar rusa, junto con las fuerzas de la Guardia Revolucionaria de Irán, han dado a Assad una fuerza importante que garantiza la permanencia de su régimen una buena temporada.
Por lo tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel deben reconsiderar su postura en el frente sirio, y reevaluar su patrocinio y apoyo a los grupos rebeldes, especialmente a las situadas en el sur de Siria y que combaten los ataques transfronterizos de las fuerzas apoyadas por Irán o Hezbollah contra el norte de Israel.
Este cambio de actitud se puede intuir en las declaraciones escuchadas estos últimos días a altos funcionarios de seguridad israelíes, que ahora sostienen que dejar a Assad en el poder podría ser la mejor opción, después de todo.
2. La llegada de fuerzas militares rusas sobre el terreno, por aire y por mar, reforzándose día tras día en Siria, ofrecen un escudo no sólo para el régimen de Assad, sino también para Hezbollah, la fuerza militar chiita apoyada por Irán y establecida en el Líbano y Siria.
Y esto también exige cambios en la postura militar de Israel contra la fuerza .
3. La poderosa presencia militar rusa en Siria, impide que Israel actúe a sus anchas atacando militarmente objetivos iraníes o de Hezbollah cuando lo crea necesario. El margen de maniobra militar de Israel queda muy comprometido.
4. Tres aspectos de la nueva situación destacan especialmente:
a) La fuerza aérea rusa y la marina son la fuerza militar extranjera más fuerte en el Mediterráneo oriental. El despliegue de los EEUU en la región no es comparable en estos momentos.
b) La fuerza militar de Israel es importante, pero nadie buscaría un enfrentamiento militar con los rusos, aunque esto sí ocurriera indirectamente hace cuatro décadas, cuando Israel luchó contra las invasiones árabes apoyadas por Rusia.
c) Teniendo en cuenta la prevalencia de la presencia militar rusa en el Mediterráneo oriental, es difícil que ningún inversionista extranjero se atreva a invertir miles de millones de dólares en explotar los yacimientos de gas israelí.
d) A pesar de que Rusia llamó el Sábado 12 de septiembre, a una “cooperación militar con Estados Unidos” para evitar “incidentes no deseados”, en medio de sus ejercicios navales frente a la costa de Siria, lo cierto es que dicha llamada tenía un tono cínico.
Es muy probable que Moscú vuelva a presentar la oferta original de Putin de construir un escudo de defensa Ruso para proteger los yacimientos de gas de Israel.
Pero la posición tan ventajosa que ha adquirido Moscú en la región y con el poder militar que está desplegando en Siria, es previsible que Putin endurecerá sus condiciones para alcanzar dicho acuerdo, de manera que acaben siendo más ventajosas para Rusia.
Así pues, Putin ha demostrado que es un gran jugador de ajedrez.
Con un solo movimiento, es previsible que Putin haya conseguido salvar a su aliado al-Assad; que haya obligado a la OTAN a pactar el mantenimiento del gobierno de Assad de forma indefinida; y que haya arrodillado a Israel, obligándole a aceptar sus condiciones para explotar el enorme y riquísimo yacimiento gasístico Leviatán, la que es quizás, la gran joya económica de Israel para garantizar su desarrollo económico futuro.
Más allá de las simpatías o antipatías que uno pueda sentir por Putin, se ha de reconocer que de acabar así, será una jugada maestra.
Fuente: http://www.debka.com/article/24885/Putin%E2%80%99s-offer-to-shield-develop-Israel%E2%80%99s-gas-fields-predated-Russia%E2%80%99s-military-buildup-in-Syria
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