"Hemos roto la columna vertebral de los rebeldes. Era una trampa. Estamos ganando". Son las palabras de Saif al Islam, heredero de Gadafi y que supuestamente había sido capturado por los rebeldes.
El hijo del dictador libio se ha presentado en el hotel Riox de Trípoli, donde se aloja la prensa extranjera, y al que ha llegado en un convoy de vehículos blindados. Uno de los primeros en verle, y a quien ha realizado unas declaraciones que pueden suponer un vuelco en lo que se creía que eran las últimas horas del régimen libio, ha sido el corresponsal de la BBC Matthew Price. Al ser preguntado por el periodista sobre si su padre se encontraba a salvo, la respuesta de Saif no podía ser más contundente: "Por supuesto".
Las informaciones desde Libia son más contradictorias que nunca. Los insurgentes anunciaron ayer la detención de Saif al Islam, algo que también había confirmado la Corte Penal Internacional. La noticia era una prueba del gran avance de los rebeldes por el corazón de Trípoli para derrocar al régimen de Gadafi, todavía en paradero desconocido.
Ahora, los rebeldes afirman que Saif al Islam fue capturado, pero que después logró escapar, según informa la cadena Al Arabiya. También echa balones fuera la Corte Penal Internacional, que asegura que nunca recibieron la confirmación oficial de la detención del heredero de Gadafi, tal y como cuenta Sky News.
Otros periodistas también han confirmado desde Trípoli la noticia de la aparición de Saif. La agencia AFP ha informado de que uno de sus periodistas ha sido llevado junto a otros dos hasta la casa del hijo de Gadafi en la capital libia. Allí ha negado haber sido detenido. "Estoy aquí para refutar las mentiras.Trípoli está bajo nuestro control", ha dicho. "Tomad las armas hoy, tomad las armas hoy", dijo Saif a leales al régimen a la espera para recibir armamento. "Inshalá (Si Dios quiere) atacaremos hoy a las ratas".
El régimen rompe su silencio
Falta por saber si Saif al Islam ha logrado liberarse o si alguna vez estuvo detenido por las tropas insurgentes y sus declaraciones corresponden a una nueva estrategia del régimen libio. "Occidente dispone de una alta tecnología que ha perturbado las telecomunicaciones y ha enviado mensajes confusos. Se trata de una guerra mediática para provocar el caos y el terror en Libia", ha asegurado.
La reaparición de Saif se produce cuando el régimen ha decidido romper el silencio en el que se había sumido desde que los rebeldes entraran en Trípoli. Después de que ningún miembro del régimen hubiera dado señales de vida, el portavoz Musa Ibrahim ha realizado unas declaraciones a la televisión Al-Urubah en las que ha garantizado que tanto Gadafi como sus hijos siguen en Libia. "El líder libio es inquebrantable. Él sigue en Libia liderando la batalla. Estamos bajo su mando", ha declarado.
Ibrahim ha dibujado un escenario totalmente distinto al realizado por los rebeldes y refrendado por las agencias internacionales de noticias (así te hemos narrado el transcurso de la jornada).Ibrahim ha aseverado que aproximadamente el 80% de Trípoli sigue controlada por las fuerzas de Gadafi. "Si me equivoco, entonces será el 75%", ha matizado de forma socarrona.
La caída de Gadafi parecía un hecho. Durante el día, se sucedían las noticias sobre las detenciones de sus hijosmientras los rebeldes parecían combatir a los últimos focos de soldados afines al régimen en la capital y en el resto del país.La conquista de Trípoli parecía inminente. Los opositores aseguraban tener controlado el 95% de la capital, excepto el palacio presidencial de Bab al Azizia, donde las tropas leales a Gadafi se habían atrincherado. Ahora, con la aparición de Al Islam, la situación podría ser bien distinta.
Aparte de la detención de Saif, también se ha dado por hecho las capturas de dos de sus hermanos: Saadi, el presidente de la Federación Libia de Fútbol, y Mohamed, el mayor de todos y quien, según Al Yazira, habría logrado fugarse del arresto domiciliario en el que se encontraba tras rendirse a los rebeldes en la noche del domingo al lunes. Asimismo, la cadena de televisión qatarí anunció por la tarde el hallazgo de dos cuerpos que pueden pertenecer a Jamis, el hijo más temido del dictador y jefe de las fieras brigadas que llevaban su nombre, y a Abadi Sennussi, jefe de los servicios de Inteligencia libios.
Horas de incertidumbre
La capital vive horas inciertas en las que la persecución y la venganza se han presentado a la cita. Tras las celebraciones de victoria en las calles, ahora reina la desconfianza entre muchos tripolitanos, bombardeados durante meses por la propaganda gadafista que asociaba a los rebeldes con los terroristas de Al Qaeda. Muchos se preguntan qué vendrá después mientras se esconden en sus casas al refugio de los combates, esparcidos en varias zonas de la capital. Al desconcierto y miedo al futuro se suma el pánico a los francotiradores, dispersos por la ciudad,informa Mayte Carrasco.
Los combates no se reducen a la capital, donde, según Al Arabiya, la OTAN habría empezado a bombardear el cuartel general de Gadafi. Los enfrentamientos entre los insurgentes y las fuerzas del régimen continúan en Ras Aidir, en la frontera que une Libia con Túnez, y en otros bastiones gadafistas como Al Jumus o Sirte, la ciudad natal de Gadafi y desde donde sus tropas lanzaron un misil Scud, de fabricación soviética. La Alianza aseguró que uno de sus aviones fue capaz de derribarlo al poco de ser lanzado.
A pesar de todas las noticias que apuntaban a una victoria rápida de los rebeldes, desde Bengasi, el presidente del Consejo de Transición Libio, Mustafá Abdeljalil, lanzó ayer un mensaje de contención. "La victoria real será cuando hayamos capturado a Gadafi", dijo. Por el momento, el órgano de Gobierno de los insurrectos no se ha pronunciado sobre la aparición en libertad de Saif al Islam. Tampoco Occidente, donde varios gobiernos, como el de Francia, Reino Unido y EEUU habían empezado a organizar el futuro de Libia tras haber dado por terminada la dictadura de Gadafi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario