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lunes, 8 de octubre de 2007

El tablero de la guerra en Medio Oriente ¿Nuclear o convencional?:




........Los dos escenarios del ataque de Israel a Irán, y las opciones del contraataque iraní

Viernes 05 de Octubre,
IAR Noticias /

Los expertos coinciden: Si un ataque militar del eje sionista EEUU-Israel (al que podrían sumarse Francia, Alemania y Gran Bretaña) no consigue neutralizar y/o debilitar en pocas horas el sistema de defensa iraní (principalmente su capacidad de respuesta aérea) en un "golpe sorpresa", se expone a un contraataque iraní a ciudades en instalaciones militares claves en Israel, acompañado de una reacción islámica y antisionista generalizada en Medio Oriente, principalmente en Libano, Irak y Gaza, y de una "guerra asimétrica" contra EEUU e Israel que se extendería desde Irán hacia toda la región. Si el primer escenario, con un ataque demoledor sobre las instalaciones militares y nucleares iraníes, no se cumple, se activa un segundo escenario con una guerra irregular (o asimétrica) para la cual Washington y Tel Aviv no están preparados, dado que (y al margen de la supremacía abrumante de su poder aéreo y naval) carecen de capacidad para una ocupación terrestre generalizada en Irán y el Medio Oriente, donde deberían enfrentarse al aparato militar iraní (convencional e irregular) compuesto por dos millones de efectivos movilizados y en capacidad de combate.
Las interactividad fluctuante de estos dos escenarios, hace que el éxito o el fracaso del ataque sionista se mida por el "factor tiempo". Y es aquí, en el "factor tiempo" (y de acuerdo con la lógica militar), donde ingresa la "opción nuclear" (como alternativa a la opción militar convencional) para asegurar un ataque sorpresa demoledor que deje sin capacidad de defensa al mando militar iraní, y desate una crisis política interna lo suficientemente fuerte que posibilite el derrocamiento del régimen de los ayatolas, el objetivo central que guía a la operación militar planificada contra Irán.

Veamos una hipótesis de los dos escenarios en un posible ataque israelí (generando un contraataque iraní como respuesta), sin la participación militar activa de EEUU, formulada por el analista Heinz Dieterich, en un artículo publicado en el periódico Rebelión:

A) El Ataque Israelí

Según Dieterich, la decisión israelí de atacar militarmente a Irán antes del fin de año, hace inevitable el golpe nuclear o, al menos, la amenaza creíble de este golpe. La doble razón de esa lógica es militar y geoestratégica: a) ni Israel ni Estados Unidos tienen la fuerza convencional necesaria para sofocar la reacción bélica regional que generaría su agresión contra Irán; b) el premio de esta guerra es el control de la zona geoestratégica más importante de Euroasia, que va del Mediterráneo oriental vía el Medio Oriente y Asia Central hasta Asia suroriental.

En la interpretación de Dieterich, la capacidad bélica para tal ataque es muy considerable. La IAF tiene alrededor de mil aviones y doce aeropuertos militares; cuenta con cohetes Jericó I, II y III, de corto y medio alcance, algunos con capacidad de transportar cabezas nucleares; utiliza satélites espaciales de reconocimiento y comunicación propios y sistemas misilísticos muy avanzados.

El ataque se dirigiría contra tres instalaciones nucleares al sur de Teherán -Natanz, Ispahán y Arak- y, según el The Sunday Times, los pilotos han hecho vuelos de entrenamiento hacia Gibraltar y ensayado tácticas de ataque nuclear.

Además -según el analista- de los aviones de combate F-15L y F-16L que pueden ser reabastecidos en vuelo por aviones-tanqueros, Israel puede usar misiles cruceros disparados desde los submarinos israelíes suministrados por Alemania, y/o los cohetes Jericó.

Finalmente, la IAF tiene, sin duda, los mejores pilotos de Medio Oriente y la experiencia de atacar blancos a una distancia superior a la de Irán, como demostró su ataque al cuartel general de la PLO en Túnez en 1985.

Golpe "exitoso"

Dieterich afirma que el golpe sorpresa israelí-estadounidense-OTAN será exitoso.

Y lo argumenta afirmando que Irán ha mejorado considerablemente sus capacidades de defensa militar a través de la instalación de un sistema de inteligencia óptica en partes del Golfo Pérsico, de la colocación de un satélite espacial, del desarrollo de cohetes de corto y medio alcance y de la adquisición del sistema antiaéreo ruso TOR-M1.

Con todo, sin embargo, el ataque sorpresa israelí-estadounidense-OTAN, que podría incluir la destrucción del sistema de defensa aéreo, de los puestos de mando militares y de los centros de comunicación más importantes del país, será sin duda exitoso para los agresores e imparable para Irán, señala Dieterich.

B) El contraataque iraní

De acuerdo con Dieterich, El segundo escenario, inmediatamente después del ataque israelí - se complementa con la contraofensiva iraní y la necesidad militar de la opción nuclear imperialista.

La primera posibilidad

Ante el golpe israelí inicial, el régimen iraní puede dirigir su contraofensiva hacia tres blancos estratégicos. El primero es el cierre del Estrecho de Hormuz, a través del cual pasa más del cuarenta por ciento de las exportaciones del petróleo mundial.

Según la hipótesis de Dieterich, los precios del petróleo podrían subir fácilmente a los 150 dólares, generando una recesión económica mundial. Estados Unidos no podría ocupar con tropas de tierra el territorio de Irán, necesario para garantizar los envíos por el Estrecho (de Ormuz).

La segunda posibilidad

La segunda posibilidad es un ataque con cohetes de medio alcance contra las ciudades, las instalaciones militares, comunicativas y nucleares de Israel.

Los militares israelíes -señala Dieterich- sostienen que sus defensas antimisiles pueden derribar cohetes, pero es dudoso que sea así. Tal ataque podría incluir el Comando Central de Washington (Centcom) en Al Udeid, Qatar; sus instalaciones militares en Irak y las instalaciones energéticas de Arabia Saudita y de los Estados del Golfo.

La tercera posibilidad

La tercera opción de Irán -según Dieterich- es la guerra asimétrica mediante la activación de sus apoyos armados y no armados chiítas en Líbano, Siria, Arabia Saudí, Irak y Palestina.

De acuerdo con el analista, en este cuadro las implicaciones bélicas para Washington y Tel Aviv serían graves.

La derrota del ejército israelí en su agresión contra la guerrilla del Hizbollah en Líbano, en julio del 2006, ha sido una señal de advertencia para futuras aventuras de este tipo. Siria recibe al año más de quinientos mil peregrinos persas y, según el ejército estadounidense, ya el setenta por ciento de sus bajas en Irak son causadas por milicias chiítas. Si Irán lograría movilizar a Hamas, Hizbollah, las milicias shiítas iraquíes y si Siria se vería involucrada en el conflicto, tendríamos un teatro bélico regional desde la costa oriental del Mediterráneo hasta las fronteras de Paquistán, apunta Dieterich.

C) El escenario de la "opción nuclear"

En la visión de Heinz Dieterich, las tres opciones del contraataque iraní tienen un elemento en común: el eje del mal “Israel-Estados Unidos-Unión Europea”, no tiene las fuerzas militares convencionales necesarias para derrotar a Irán en sus tres frentes de contraataque.

Esta situación -según el analista- le deja al frente sionista-imperialista solo tres opciones:

1. Negociar y aceptar un Irán nuclear, tal como lo ha hecho con el mismo Israel, India y Paquistán. La elite israelí, estadounidense y europea, sin embargo, rechaza categóricamente esta solución.

2. Lograr que Irán se desnuclearice, siguiendo los pasos de Corea del Norte, Libia, Africa del Sur, Argentina y Brasil, y aceptando su status neocolonial ante Occidente. El plazo dado por Israel para tal proceso es hasta fines del 2007; pero a raíz de la desnuclearización de Corea del Norte, firmado el día de ayer, es posible que se extienda. Hasta el momento, no hay indicios de que la elite teocrática en Irán acepte este destino neocolonial.

3. Destruir el proyecto iraní con fuerzas convencionales y, en su caso, nucleares.

En el escenario de un ataque nuclear, Dieterich formula dos apreciaciones:

1. Israel es el único Estado actual que puede agredir nuclearmente a Irán sin ser condenado unánimemente por la opinión pública mundial. La historia del holocausto nazi y los comentarios suicidas de Ahmadinejad y otros líderes persas al respecto, le han dado a la elite sionista la apología del bellum iustum (guerra justa) preventivo que necesitaba. Si Irán no se rinde, esta elite no dejará pasar esa oportunidad de oro, para demostrar a los países limítrofes que defenderá sus intereses hasta con el holocausto nuclear.

2. Irán se encuentra en una situación de aislamiento político y mediático que es reminiscente de la de Saddam Husseín, antes de la invasión de 2002. Por supuesto, que su poderío militar, tanto en términos convencionales como asimétricos, es muy superior al de Irak en su momento, pero es muy dudoso, que se atreva a utilizarlo en los escenarios esbozados, frente a la amenaza real de un ataque nuclear.

Ante la correlación de fuerzas en un escenario de ataque nuclear, Dieterich (en una síntesis estratégica que no compartimos) concluye que, ante tal situación, al gobierno iraní no le quedará otra vía que "buscar una solución negociada".


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