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sábado, 29 de octubre de 2011

A propósito del alerta de Xinhua: La Guerra de la OTAN contra Libia está dirigida contra China

Revelador artículo, publicado el 29 de septiembre pasado, bajo el título “La Guerra de la OTAN contra Libia está dirigida contra China”, que refuerza la preocupación expresada por la agencia oficial china Xinhua sobre la estrategia militar yanqui en África.

AFRICOM y la amenaza para la
seguridad energética nacional de China
(Por F. William Engdahl)

La decisión de la OTAN conducida por Washington de bombardear la Libia de Gadafi hasta la rendición durante los meses recientes, a un costo estimado para los contribuyentes estadounidenses de al menos mil millones de dólares, tiene poco que ver, si es que algo, con lo que la Administración Obama afirma que fue una misión para “proteger a civiles inocentes”.
En realidad esto es parte de un asalto estratégico más grande realizado por la
OTAN, y por el Pentágono en particular, para controlar completamente el talón de Aquiles económico de China, a saber, la dependencia estratégica de China de grandes volúmenes de petróleo crudo importado y gas.

Hoy China es el segundo más grande importador de petróleo del mundo después de Estados Unidos, y la distancia se está acortando rápidamente.
Si miramos cuidadosamente un mapa de África y miramos también la organización africana del nuevo Comando de África del Pentágono (AFRICOM), la estructura que adquiere relevancia es una cuidadosa estrategia para controlar una de las fuentes de petróleo y materias primas más estratégicamente importantes de China.
La campaña de la OTAN en Libia era y es en torno al petróleo. Pero no acerca de simplemente controlar el crudo de alta calidad libio porque EE.UU. esté nervioso sobre provisiones extranjeras confiables. Tiene que ver más bien con controlar el libre acceso de China a importaciones de petróleo a largo plazo desde África y Oriente Medio. En otras palabras, se trata del control de China misma.

Libia geográficamente limita al Norte con el Mediterráneo, directamente frente a Italia y Grecia, donde la compañía petrolera italiana ENI ha sido el operador extranjero más grande en Libia durante años. Al Oeste limita con Túnez y Argelia. Al Sur limita con Chad. Al Este limita tanto con Egipto como con Sudán (hoy dividido en Sudán y Sudán del Sur). Esto debería decir algo sobre la importancia estratégica de Libia desde el punto de vista de la estrategia a largo plazo del AFRICOM del Pentágono para controlar África y sus recursos y también qué país puede conseguir aquellos recursos.

La Libia de Gadafi había mantenido un estricto control estatal nacional sobre las ricas reservas del petróleo crudo libio de altísima calidad. Desde 2006 los datos indicaban que Libia tenía las reservas de petróleo comprobadas más extensas de África, aproximadamente el 35%, más grandes incluso que las de Nigeria. Las concesiones petroleras se habían ampliado a compañías petroleras estatales chinas así como rusas y otras en años recientes. No fue sorpresa que un portavoz de la llamada oposición reclamando la victoria sobre Gadafi, Abdeljalil Mayuf, gerente de información en la firma petrolera rebelde libia AGOCO, dijera a Reuters: “No tenemos problema con los países Occidentales, como las compañías italianas, francesas y del Reino Unido. Pero podemos tener algunos problemas políticos con Rusia, China y Brasil“. China, Rusia y Brasil se opusieron a sanciones de Naciones Unidas contra Libia o presionaron por un acuerdo negociado del conflicto interno y un final al bombardeo de la OTAN.

Gadafi, un antiguo adherente del socialismo árabe en la línea de Gamal Nasser de Egipto, usó los ingresos del petróleo para mejorar la suerte de su pueblo. La atención sanitaria era gratis, igual que la educación. Se le dio a cada familia libia una subvención estatal de 50.000 dólares para la compra de una nueva casa, y todos los préstamos bancarios eran según las leyes anti-usura islámicas, sin intereses. El Estado estaba también libre de deuda. Sólo mediante soborno e infiltración masiva en áreas de la oposición tribal de la parte oriental de Libia podían la CIA, el MI6 y otros agentes de inteligencia de la OTAN, a un costo estimado de mil millones de dólares, y por medio de un bombardeo masivo de civiles por la OTAN, desestabilizar los fuertes lazos entre Gadafi y su pueblo.

¿Por qué entonces la OTAN y el Pentágono lideraron un asalto tan furioso y destructivo sobre un país soberano y pacífico?. Es claro que una de las razones principales era completar el cerco obstructivo de las fuentes de petróleo y materias primas vitales de China en África del Norte.
ALARMA DEL PENTÁGONO A CAUSA DE CHINA
Poco a poco en los años pasados Washington había comenzado a crear la percepción de que China, que era el “querido amigo y aliado de Estados Unidos” hace menos de una década, se estaba convirtiendo en la mayor amenaza para la paz mundial a causa de su enorme expansión económica. Pintar a China como un nuevo “enemigo” ha sido complejo, por cuanto Washington es dependiente de China para que ésta compre la mayor parte de la deuda pública estadounidense en forma de papel de Tesorería.

En Agosto el Pentágono publicó su informe anual al Congreso sobre el estado militar de China. Este año el informe envió campanas de alarma que sonaron a través de China con un nuevo tono estridente. El informe declaraba entre otras cosas: “Durante la década pasada, las Fuerzas Armadas de China se han beneficiado de una voluminosa inversión en hardware y tecnología modernos. Muchos sistemas modernos han alcanzado la madurez y otros llegarán a estar operativos en los próximos años”, decía el Pentágono en su informe. Agregaba que “permanece la incertidumbre sobre cómo China usará sus capacidades de crecimiento… El ascenso de China como un importante actor internacional probablemente se destacará como un rasgo definitorio del paisaje estratégico de comienzos del siglo XXI”.

En cuestión de quizás dos a cinco años, dependiendo de cómo el resto del mundo reaccione o juegue sus cartas, la República Popular de China aparecerá descrita en los controlados medios de comunicación occidentales como la nueva “Alemania de Hitler”. Si eso parece difícil de creer hoy, sólo reflexione sobre cómo esto se hizo con antiguos aliados de Washington, como Mubarak de Egipto o incluso Saddam Hussein. En Junio de este año, el ex-Secretario estadounidense de Marina y ahora Senador por Virginia, James Webb, sobresaltó a muchos en Pekín cuando dijo a la prensa que China se estaba aproximando rápidamente a lo que él llamó un “momento de Munich”, cuando Washington debe decidir cómo mantener un equilibrio estratégico, una referencia a la crisis de 1938 sobre Checoslovaquia, cuando Chamberlain optó por apaciguar a Hitler en ese asunto. Webb añadió: “Si usted mira los pasados diez años, el ganador estratégico ha sido China”.

La misma máquina propagandística masivamente eficaz del Pentágono, liderada por la CNN, la BBC, el New York Times o el London Guardian recibirá la orden sutil de Washington para “fabricar un cuadro de China y sus negros líderes”. China está llegando a ser demasiado fuerte y demasiado independiente para muchos en Washington y en Wall Street. Para controlar esto, fundamentalmente la dependencia de la importación de petróleo de China ha debido ser identificada como su talón de Aquiles. Libia es una maniobra para golpear directamente en aquel vulnerable talón de Aquiles.
CHINA SE MUEVE EN ÁFRICA
La participación de compañías chinas de energía y de materias primas a través de África se había convertido en una importante causa de alarma en Washington, donde una actitud de maligno descuido había dominado la política de Washington en África desde la época de la Guerra Fría. Como las futuras necesidades de energía de China se hicieron evidentes, hace varios años ésta comenzó una importante diplomacia económica en África que alcanzó un incremento notable en 2006 cuando Pekín literalmente desenrolló la alfombra roja ante más de 40 jefes de Estado africanos y abordó una amplia gama de asuntos económicos. Nada era más importante para Pekín que asegurar futuros recursos petroleros africanos para la contundente industrialización de China.
China se movió en países que habían sido prácticamente abandonados por los antiguos poderes coloniales europeos como Francia, Gran Bretaña o Portugal. Chad es un caso concreto. Siendo el país africano más pobre y más aislado geográficamente, Chad fue cortejado por Pekín, con quien reanudó sus relaciones diplomáticas en 2006.

En Octubre de 2007 CNPC [Corporación Nacional Petrolera China], el gigante petrolero estatal de China, firmó un contrato para construír una refinería conjuntamente con el gobierno de Chad. Dos años más tarde ellos comenzaron la construcción de un oleoducto para llevar el petróleo desde un nuevo campo chino aproximadamente 300 kilómetros al sur de la refinería. Laorganizaciones no-gubernamentales apoyadas por Occidente como era de esperar comenzaron a aullar sobre los impactos medioambientales del oleoducto chino. Las mismas ONGs estuvieron curiosamente en silencio cuando Chevroncomenzó la producción de petrñoleo en 2003 en Chad. En Julio de 2011 Chad y China celebraron la apertura de la empresa conjunta de la refinería de petróleo cerca de la capital de Chad, Ndjamena. Las actividades petroleras chinas en Chad están sorprendentemente cerca de otro importante proyecto petrolero chino en lo que entonces era la región de Darfur en Sudán, limítrofe con Chad.

Sudán ha sido una fuente creciente de flujo petrolero para China ya que la cooperación comenzó a finales de los años ’90 después de que Chevronabandonó su apuesta allí. Hacia 1998 CNPC estaba construyendo un oleoducto de 1.500 kilómetros de largo desde yacimientos petrolíferos del Sur de Sudán hasta Port Sudan en el Mar Rojo, así como una importante refinería de petróleo cerca de Jartum. Sudán fue el primer gran proyecto de un yacimiento petrolífero extranjero llevado a cabo por China. A comienzos de 2011 el petróleo de Sudán, mayormente del Sur, desgarrado por el conflicto, proporcionó aproximadamente el 10% de las importaciones de petróleo de China, llevándose más del 60% de la producción petrolífera diaria de Sudán de 490.000 barriles. Sudán se había convertido en un punto vital de seguridad energética nacional china.

De acuerdo a estimaciones geológicas, el subsuelo que corre desde Darfur, en lo que era el Sur de Sudán, pasando por Chad, hasta Camerún, es un gigantesco yacimiento petrolífero a un grado quizás equivalente a una nueva Arabia Saudí. El control del Sur de Sudán así como de Chad y Camerún es vital para la estrategia del Pentágono de “negación estratégica” a China de sus futuros flujos petroleros. En tanto el régimen estable y robusto de Gadafi permaneciera en el poder en Trípoli, ese control seguiría siendo un problema principal. La simultánea separación de la República de Sudán del Sur de Jartum y el derrocamiento de Gadafi a favor de las débiles bandas rebeldes, endeudadas por el apoyo del Pentágono, era para el Dominio de Todo el Espectro del Pentágono una prioridad estratégica.

AFRICOM RESPONDE

La fuerza clave detrás de la reciente oleada de ataques militares occidentales contra Libia o de los cambios de régimen más encubiertos como los de Túnez, Egipto y el desafortunado plebiscito en Sudán del Sur que ha hecho ahora “independiente” a aquella región rica en petróleo, ha sido AFRICOM, el especial comando militar estadounidense establecido por la Administración de Bush en (Septiembre de) 2008 explícitamente para responder a la creciente influencia china sobre la enorme riqueza petrolera y mineral de África.

A finales de 2007, el doctor J. Peter Pham, un iniciado [insider] de Washington que aconseja a los Departamentos de Defensa y de Estado estadounidenses, declaró abiertamente que entre los objetivos del nuevo AFRICOM estaba el propósito de “proteger el acceso a los hidrocarburos y otros recursos estratégicos que África tiene en abundancia… una tarea que incluye asegurarse contra la vulnerabilidad de aquellas riquezas naturales y asegurarse de que ningún otro tercero interesado, como China, India, Japón o Rusia, obtengan monopolios o tratamientos preferenciales“.
En el testimonio ante el Congreso estadounidense apoyando la creación de AFRICOM en 2007, Pham, quien está asociado con la neo-conservadoraFundación para la Defensa de las Democracias, declaró:

“Esta riqueza natural hace de África un objetivo atractivo para las atenciones de la República Popular China, cuya economía dinámica… tiene una sed casi insaciable de petróleo, así como una necesidad de otros recursos naturales para sustentarla… China importa actualmente aproximadamente 2,6 millones de barriles de crudo por día, aproximadamente la mitad de su consumo; más de 765.000 de aquellos barriles —aproximadamente un tercio de sus importaciones— proviene de fuentes africanas, especialmente de Sudán, Angola y Congo (Brazzaville). Es alguna maravilla, entonces, que… quizá ninguna otra región extranjera rivaliza con África como el objeto de interés estratégico ininterrumpido de Pekín en los años recientes…

Intencionalmente o no, muchos analistas esperan que África —especialmente los Estados a lo largo de su costa occidental rica en petróleo— cada vez más se irá convirtiendo en un teatro para la competencia estratégica entre Estados Unidos y su único verdadero cercano competidor en la escena global, China, en tanto ambos países procuran ampliar su influencia y su acceso seguro a los recursos“.
Es útil recordar brevemente la secuencia de revoluciones “Twitter” patrocinadas por Washington en la llamada Primavera Árabe en curso. La primera fue Túnez, una tierra aparentemente insignificante en el Mediterráneo de África del Norte. Sin embargo Túnez es la frontera occidental de Libia. La segunda ficha de dominó que cayó en este proceso fue el Egipto de Mubarak. Aquello creó una importante inestabilidad desde el Cercano Oriente hasta el Norte de África, por cuanto Mubarak con todos sus defectos había resistido ferozmente a la política del Cercano Oriente de Washington. Israel también perdió a un aliado seguro cuando cayó Mubarak.

Luego en Julio de 2011 Sudán del Sur se declaró independiente como laRepública de Sudán del Sur, separándose de Sudán después de años de insurrección con el respaldo estadounidense contra el gobierno de Jartum. La nueva República toma con ello el bulto de la riquezas petroleras conocidas de Sudán, algo que claramente no causa alegría en Pekín. La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Susan Rice, lideró la delegación estadounidense para las celebraciones de independencia, llamándola “un testamento para el pueblo sudanés del Sur”. Ella añadió que, en términos de lograr que la separación hubiera tenido lugar, “EE.UU. ha sido tan activo como cualquiera”. El presidente estadounidense Obama apoyó abiertamente la secesión del Sur. La ruptura fue un proyecto dirigido y financiado desde Washington desde que la Administración de Bush decidió convertirla en una prioridad en 2004.

Ahora Sudán repentinamente ha perdido su principal fuente de ingresos por los impuestos del petróleo. La secesión del Sur, donde se producen tres cuartos de los 490.000 barriles diarios del petróleo de Sudán, ha agravado las dificultades económicas en Jartum, recortando aproximadamente en un 37% sus ingresos totales. Las únicas refinerías de petróleo de Sudán y la única ruta de exportación están al norte, desde los yacimientos petrolíferos hasta Port Sudan en el Mar Rojo. Sudán del Sur está siendo animado ahora por Washington a construír un nuevo oleoducto de exportación independiente de Jartum a través de Kenya. Kenya es una de las áreas de influencia militar estadounidense más fuertes en África.

El objetivo del cambio de régimen en Libia conducido por EE.UU., así como todo el Proyecto Mayor de Oriente Medio que está detrás de la Primavera Árabe es asegurar el control absoluto de los más grandes yacimientos petrolíferos conocidos en el mundo para así controlar las políticas futuras especialmente en países como China. Como se cuenta que dijo el entonces Ministro de Asuntos Exteriores estadounidense Henry Kissinger durante los años ’70, cuando él era probablemente más poderoso que el Presidente de Estados Unidos, “Si usted controla el petróleo, usted controla naciones enteras o grupos de naciones“.

Para la futura seguridad energética nacional de China, la respuesta última está en el descubrimiento de reservas domésticas de energía segura. Afortunadamente hay nuevos métodos revolucionarios para descubrir y trazar un mapa de la presencia de petróleo y gas donde hasta la mejor geología actual dice que el petróleo no debe ser encontrado. Quizás allí hay una salida para la trampa del petróleo que ha sido puesta para China.

FUENTE: http://editorial-streicher.blogspot.com/2011/10/blog-post.html
http://resistencialibia.info/?p=551

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