Autor: Konstantin Garibov
Lahdar Brahimi. Foto: EPA
EEUU amenaza con la fuerza a Siria, al margen de la ONU, y se propone informar de ello a Lahdar Brahimi, emisario de la ONU y de la Liga de Estados Árabes. El ultimátum estadounidense amenaza con desatar una nueva crisis en los esfuerzos pacificadores que despliega la ONU en ese país.
Al asumir la misión de pacificador en Siria, Lahdar Brahimi planteó como condición principal, el respaldo incondicional por las grandes potencias a sus esfuerzos. A juzgar por la declaración de Victoria Nuland, EEUU trata de convencer al emisario especial de que la ONU ya agotó sus posibilidades de resolver el conflicto sirio por los medios políticos. Al respecto, resulta evidente una crisis más en los esfuerzos pacificadores de la comunidad internacional. Y es que, también Kofi Annan se vio obligado a renunciar, tras reconocer que no había encontrado el apoyo unánime de las grandes potencias a su misión.
Alexei Podtzerov, experto del Instituto de estudios orientales de la Academia Nacional de Ciencias considera que, todo indica que EEUU prepara asestar un golpe más contra el prestigio de la ONU y cuestionar su capacidad para solucionar la crisis:
“No sorprende que Victoria Nuland haga ese tipo de declaración. Los norteamericanos han recurrido más de una vez a la fuerza, pasando por alto las decisiones de la ONU. Recordemos aunque sea sus invasión a Panamá y Granada. Y relativamente no hace mucho, la agresión a Yugoslavia, en 1999. Después vino la invasión a Iraq, en 2003, la que también se llevó a cabo al margen del Consejo de Seguridad bajo el pretexto de que Saddam Hussein contaba con armás químicas y biológicas. Ahora bien, ¿a qué llevará un ataque a Siria? Naturalmente que a una guerra de envergadura y a baños de sangre: tal será su consecuencia. Está claro, por cierto, que Siria no es capaz de enfrentar a EEUU Pero, por otra parte, conociendo bien a los sirios, ellos resistirán hasta las últimas consecuencias. De suerte que esta será una nueva guerra y muy sangrienta en el Oriente Próximo”.
El presidente Barack Obama advirtió ya de una posible intervención en Siria. El lunes, en una rueda de prensa no planificada declaró que, por ahora no había impartido la orden de la intervención. Sin embargo, amenazó con un cambio de postura en caso de que Damásco recurra al armas químicas o biológicas. Este es un nuevo ultimátum para Damásco y un desafío a la comunidad internacional, la que tiene mecanismos convencionales para conjurar el empleo de armás de exterminio.
La amenaza creciente de que las armás de exterminio en Siria caigan en manos de Al Qaeda confirma el que dichos mecanismos justamente deben ser empleaos en los contactos con Damásco, es más, de manera urgente. Aunque parezca paradójico, EEUU puede dar su manito en lo primero. Pues, respalda a la oposición armada siria, la que según confiesan sus jefes de campo, se apoya cada vez más en los miembros de Al Qaeda. Es verdad que los estadounidenses, según aseveran, no entregan ayuda militar, aunque incentivan por todos los medios para que Arabia Saudita y Qatar ayuden a la oposición armada siria que es lo mismo. Así como a Turquía y a Libia, desde cuyos territorios llegan armás y refuerzos de mercenarios para la oposición siria. Ahora bien, si la oposición apuesta cada vez más por Al Qaeda, ella no puede no ayudarla con armamentos y con informaciones de Inteligencia que recibe a destajo desde el exterior. He aquí la opinión de Borís Dolgov, analista del Centro de Investigaciones Árabes del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias:
“EEUU combate a Al Qaeda en Afganistán, en Yemen. Ha sido declarada enemigo número uno. Pero, al mismo tiempo, en Siria se constata tal respaldo a Al Qaeda. Lo mismo ocurrió en Libia. Recordemos también la historia de la guerra civil en Afganistán, donde los servicios secretos norteamericanos respaldaban a Bin Laden y este era considerado agente de influencia de EEUU. Ahora, EEUU y los países líderes de la OTAN se empañan, con las manos de los islamistas radicales, y resultaría que también con el apoyo en Al Qaeda, en derribar el régimen de Siria. Con el objeto de, aprovechar más tarde esas fuerzas islamistas radicales con fines propios. O sea, lo que trataron de hacer en Afganistán. Pero, este es un error tan garrafal, que equivale a jugar con fuego, como en Afganistán.
Moscú advirtió el lunes, ante el crecimiento de las informaciones de la activación de Al Qaeda en Siria, que eran inadmisibles el contrabando de armás a ese país. En un comentario de la cancillería se denuncia en particular que Libia, Turquía y el Líbano están convertidos en canales de suministros de armás para la oposición siria.
sb/as/ap
Fuente
http://spanish.ruvr.ru/
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