En la víspera del 22 de Mayo, cientos de moscovitas se manifestaron ante la Embajada de EEUU en Moscú para protestar contra las sanciones occidentales aprobadas contra Rusia.
La mayor parte de los manifestantes eran jóvenes y llevaban pósters en los que pedían a los ciudadanos rusos que respondan a las sanciones elevando su “conciencia como consumidores” y protestaban contra algunas compañías como Coca Cola, Pepsi, McDonalds y otras.
Estos grupos y organizaciones promueven lo que ha venido a llamarse “patriotismo alimenticio” en Rusia, es decir, la idea de dar primacía a los productos rusos y boicotear los de las grandes compañías estadounidenses.
“Nuestro principal objetivo es el de convencer a los consumidores de que escojan los productos rusos y utilicen el rublo. No podemos permanecer indiferentes ante estas estúpidas sanciones contra Rusia. Los consumidores están dispuestos a dejar sentir su voz y fortalecer la producción nacional. Si los países occidentales amenazan a Rusia con sanciones, los rusos están dispuestos también a amenazarles a ellos con las sanciones más terribles: la de dejar de consumir sus productos”.
Los organizadores han declarado que esta manifestación es sólo el principio y han prometido más para extender la idea de que los ciudadanos deben apoyar la producción nacional y evitar adquirir productos de países hostiles que imponen sanciones contra Rusia.
Mijail Delyaguin, economista y director del Instituto de Cuestiones de la Globalización, considera difícil de llevar a cabo un boicot de los bienes estadounidenses, pero cree que la campaña de estos grupos puede causar serios daños a las empresas de esa nacionalidad.
Source: Agencias
La mayor parte de los manifestantes eran jóvenes y llevaban pósters en los que pedían a los ciudadanos rusos que respondan a las sanciones elevando su “conciencia como consumidores” y protestaban contra algunas compañías como Coca Cola, Pepsi, McDonalds y otras.
Estos grupos y organizaciones promueven lo que ha venido a llamarse “patriotismo alimenticio” en Rusia, es decir, la idea de dar primacía a los productos rusos y boicotear los de las grandes compañías estadounidenses.
“Nuestro principal objetivo es el de convencer a los consumidores de que escojan los productos rusos y utilicen el rublo. No podemos permanecer indiferentes ante estas estúpidas sanciones contra Rusia. Los consumidores están dispuestos a dejar sentir su voz y fortalecer la producción nacional. Si los países occidentales amenazan a Rusia con sanciones, los rusos están dispuestos también a amenazarles a ellos con las sanciones más terribles: la de dejar de consumir sus productos”.
Los organizadores han declarado que esta manifestación es sólo el principio y han prometido más para extender la idea de que los ciudadanos deben apoyar la producción nacional y evitar adquirir productos de países hostiles que imponen sanciones contra Rusia.
Mijail Delyaguin, economista y director del Instituto de Cuestiones de la Globalización, considera difícil de llevar a cabo un boicot de los bienes estadounidenses, pero cree que la campaña de estos grupos puede causar serios daños a las empresas de esa nacionalidad.
Source: Agencias
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