Por Ernesto Gómez Abascal - Especial para Alahednews
El pasado 30 de abril, el Departamento de Estado en Washington, publicó su informe anual relacionando los países, que a su entender son promotores del terrorismo, el cual incluyó a Cuba -por trigésima segunda ocasión-, así como a Irán, Siria y Sudán. El ser incluido en este listado conlleva un grupo de serias sanciones económicas y políticas, amén de constituir una justificación para ser objeto de cualquier tipo de agresión.
Cuatro días antes, el 26 de abril, habían sido detenidos por las autoridades cubanas, 4 terroristas procedentes de Miami, los cuales confirmaron su objetivo de ejecutar acciones violentas contra instalaciones militares como parte de un plan de provocaciones. Entrenados y abastecidos con equipamiento militar estadounidense, pertenecen a organizaciones terroristas anticubanas que actúan con absoluta libertad desde los Estados Unidos, vinculados en este caso a conocidos dirigentes como Luis Posada Carriles, apodado el “Osama Ben Laden occidental” y Luis Alvarez Fernández Magriñá, entre otros, quienes tienen largos expedientes criminales, que incluye la destrucción en pleno vuelo de un avión de la línea aérea Cubana, con 73 pasajeros a bordo.
Estos asesinos, formados y entrenados originalmente por la CIA, no sólo se pasean libremente por las calles de Miami, sino que continúan conspirando y realizando acciones terroristas contra Cuba.
Las autoridades estadounidenses no pueden mostrar un sólo hecho que pruebe que desde territorio cubano se ha ejecutado u organizado alguna acción terrorista contra ese estado. Sin embargo, Cuba tiene pruebas de que las acciones del imperio dirigidas a cambiar el sistema de gobierno en nuestro país, han provocado más de tres mil quinientos muertos y más de dos mil mutilados y discapacitados. Su hipocresía no tiene límites.
Igualmente nos acusan y nos incluyen en otro listado como “violadores de los derechos humanos”. Valiéndose del poderío económico y de los grandes recursos mediáticos que poseen, mantienen una permanente campaña tratando de presentarnos, junto a otros países que no se someten a sus intereses políticos, como practicantes de represión, tortura y otras ilegalidades y métodos violentos.
Sin embargo, son ellos los asesinos y probados torturadores de Abu Garib y otras cárceles de Iraq; son ellos los inventores de métodos de tortura como “el water boarding”; quienes trasladan prisioneros en vuelos clandestinos; los que poseen cárceles secretas en otros países; los que mantienen un campo de concentración en los territorios ilegalmente ocupados a Cuba, de la Base Naval de Guantánamo, y donde existe una sección secreta con acceso muy limitado. Basados en mentiras, atacaron a Iraq, han destruido ese país y han provocado cientos de miles de muertos.
Estados Unidos mantiene prisioneros a tres cubanos, injusta e ilegalmente acusados de espionaje y condenados a penas de prisión de por vida, cuando ha sido ampliamente probado que sólo trabajaban para proteger a nuestro país de las acciones terroristas que desde su territorio se ejecutaban y ejecutan contra Cuba.
Los terroristas son ellos. Formaron a Al Qaeda con Ben Laden al frente; ellos son los que han entrenado y abastecido con armas y equipos a los grupos de terroristas que martirizan al hermano pueblo sirio. Sus servicios especiales y los de sus aliados actúan en el Medio Oriente para desestabilizar y cambiar gobiernos. Ha sido Washington quien durante más de 50 años ha ofrecido todo su apoyo y protección a la entidad sionista para que practique su terrorismo de estado contra el pueblo palestino y otros pueblos árabes. Decenas de veces han ejercido el derecho al veto en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, para proteger a su socio terrorista.
Pero por muy poderosos que sean sus medios de prensa, no podrán engañar permanentemente a los pueblos. ¡ELLOS SON LOS TERRORISTAS!
Ahora se ha publicado que es el propio presidente Barack Obama, cual si fuera un dios, quien aprueba semanalmente los “objetivos” que serán eliminados mediante los ataques de sus aviones sin piloto o “drones asesinos”. Las autoridades del imperio lo han investido con el poder de determinar quién puede continuar viviendo y quién no. ¡Increíble, pero cierto! Son incalculables las personas inocentes, incluidos niños, mujeres y ancianos, los que han recibido la muerte por esta vía, por confundirse fiestas, bodas o reuniones familiares, con grupos terroristas. Los afganos, iraquíes, paquistaníes, yemenitas y otros, pueden testificar ampliamente sobre ello. Para Estados Unidos, son simplemente “bajas colaterales”.
Obama también podría alegar como lo hizo el terrorista Posada Carriles, cuando una bomba por él enviada asesinó a un turista italiano en un hotel de La Habana: “Lo lamento, dijo, pero el italiano se encontraba en el lugar equivocado en el momento inadecuado”.
Los terroristas son así. ¿Dormirán en paz con su conciencia? ¿Hasta cuándo?
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