Al decretar nuevas sanciones contra Moscú, Washington se muestra impotente frente a una Rusia determinada a hacer todo lo posible para impedir que Ucrania se adhiera a la OTAN, declaró el lunes Vlad Sobell, analista independiente y profesor de la Universidad de Nueva York, en una entrevista con RIA Novosti.
Según Sobell, Washington no es todavía consciente de que la adhesión de Ucrania a la OTAN constituye una “línea roja” para las autoridades rusas y que estas últimas están dispuestas a impedir este proceso cueste lo que cueste, incluyendo la creación de un conflicto con la Alianza.
Dentro de este contexto las sanciones estadounidenses no sirven más que pare irritar al Kremlin.
La historia muestra que Rusia no aceptará ningún compromiso si su seguridad y su independencia se ven amenazadas.
El experto estima que el lobby de las grandes sociedades europeas ejercerá presión sobre los parlamentarios europeos para disuadirles de que aprueben sanciones económicas dado que la economía de los países de la Unión Europea está dañada por una profunda crisis y millones de empleos en el continente dependen del comercio con Rusia.
Rusia buscará otros socios económicos, principalmente en Asia y América Latina, capaces de reemplazar a los países occidentales. Hasta un cierto punto, las sanciones beneficiarán al Kremlin porque le permitirán reducir el peso de las sociedades extranjeras en la economía rusa.
En este sentido, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo en un foro de medios de San Petersburgo el jueves que las sanciones occidentales tienen varias ventajas para Rusia.
“La dependencia excesiva puede llevar a una pérdida de soberanía”, dijo el presidente ruso.
Putin señaló que la amenaza de las sanciones económicas está fortaleciendo ya a las empresas rusas, haciendo que muchos hombres de negocios repatrien el dinero situado en cuentas en el extranjero y dando a los políticos el impulso que ellos necesitaban para establecer un sistema de pagos doméstico.
Además, las sanciones podrían provocar una ola de patriotrismo y llevar a que los consumidores rusos se sientan más atraidos por los productos nacionales, concluyó Vlad Sobell.
EEUU anunció este lunes por medio de su portavoz en la Casa Blanca, Jay Carney, el endurecimiento de las sanciones contra Rusia, acusada de apoyar a los activistas pro-federalización en el Este de Ucrania.
Las sanciones reforzadas afectan a siete altos responsables rusos, incluyendo el director del gigante petrolífero Rosneft, y a 17 compañías rusas próximas al Kremlin.
Source: Agencias
Según Sobell, Washington no es todavía consciente de que la adhesión de Ucrania a la OTAN constituye una “línea roja” para las autoridades rusas y que estas últimas están dispuestas a impedir este proceso cueste lo que cueste, incluyendo la creación de un conflicto con la Alianza.
Dentro de este contexto las sanciones estadounidenses no sirven más que pare irritar al Kremlin.
La historia muestra que Rusia no aceptará ningún compromiso si su seguridad y su independencia se ven amenazadas.
El experto estima que el lobby de las grandes sociedades europeas ejercerá presión sobre los parlamentarios europeos para disuadirles de que aprueben sanciones económicas dado que la economía de los países de la Unión Europea está dañada por una profunda crisis y millones de empleos en el continente dependen del comercio con Rusia.
Rusia buscará otros socios económicos, principalmente en Asia y América Latina, capaces de reemplazar a los países occidentales. Hasta un cierto punto, las sanciones beneficiarán al Kremlin porque le permitirán reducir el peso de las sociedades extranjeras en la economía rusa.
En este sentido, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo en un foro de medios de San Petersburgo el jueves que las sanciones occidentales tienen varias ventajas para Rusia.
“La dependencia excesiva puede llevar a una pérdida de soberanía”, dijo el presidente ruso.
Putin señaló que la amenaza de las sanciones económicas está fortaleciendo ya a las empresas rusas, haciendo que muchos hombres de negocios repatrien el dinero situado en cuentas en el extranjero y dando a los políticos el impulso que ellos necesitaban para establecer un sistema de pagos doméstico.
Además, las sanciones podrían provocar una ola de patriotrismo y llevar a que los consumidores rusos se sientan más atraidos por los productos nacionales, concluyó Vlad Sobell.
EEUU anunció este lunes por medio de su portavoz en la Casa Blanca, Jay Carney, el endurecimiento de las sanciones contra Rusia, acusada de apoyar a los activistas pro-federalización en el Este de Ucrania.
Las sanciones reforzadas afectan a siete altos responsables rusos, incluyendo el director del gigante petrolífero Rosneft, y a 17 compañías rusas próximas al Kremlin.
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