Estados Unidos teme que el mundo islámico se convierta en una gran potencia, declaró el jueves el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de la República Islámica de Irán, Ramin Mehmanparast.
El portavoz de la Cancillería iraní explicó que el problema principal de Washington no es que Irán desarrolle su programa de energía nuclear, sino que se convierta en una gran potencia, por lo que, agregó, aumenta presiones y sanciones contra el país persa.
La República Islámica de Irán no beneficia a la hegemonía, por lo tanto, es blanco de los ataques de las potencias arrogantes, señaló.
De acuerdo con Mehmanparast, durante los últimos 34 años, los regímenes hegemónicos han amenazado y presionado a Irán, empero, no pueden lograr su cometido, ya que sacrificarían mucho.
Al evaluar la situación crítica y sin precedentes del mundo actual, Mehmanparast adelantó que los países europeos, que disfrutaban de una próspera economía y política, están al borde del colapso.
A modo de colofón dijo que EE.UU. intenta debilitar el movimiento del despertar islámico en los países islámicos del Oriente Medio y el norte de África.
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