El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, proclamó la victoria de la agrupación política que lidera, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco), en las elecciones municipales celebradas este domingo. La victoria del AKP tuvo lugar a pesar de los meses de escándalos y protestas en las calles y dio pie al primer ministro a amenazar a sus adversarios diciendo que les haría “pagar el precio”.
Datos preliminares divulgados tras el recuento de más del 90% de las papeletas, revelaron que el AKP encabeza los comicios con el 44,9% de los votos, muy por delante de su principal rival, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), que apenas llegó al 28,4% de los sufragios.
El AKP ha conservado la alcaldía de Estambul y la de la capital, Ankara. El candidato del AKP a la Alcaldía de Ankara, Melih Gökçek, se declaró vencedor con el 44,74 % de los votos ante su rival de la oposición, Mansur Yavas (CHP), quien sumó el 43,81%.
Ante miles de sus seguidores, congregados frente a la sede de su partido en Ankara, Erdogan agradeció el apoyo de sus electores y resaltó que estos comicios "han dado el mensaje a Turquía y a todo el mundo de que la nación turca es imbatible".
Datos preliminares divulgados tras el recuento de más del 90% de las papeletas, revelaron que el AKP encabeza los comicios con el 44,9% de los votos, muy por delante de su principal rival, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), que apenas llegó al 28,4% de los sufragios.
El AKP ha conservado la alcaldía de Estambul y la de la capital, Ankara. El candidato del AKP a la Alcaldía de Ankara, Melih Gökçek, se declaró vencedor con el 44,74 % de los votos ante su rival de la oposición, Mansur Yavas (CHP), quien sumó el 43,81%.
Ante miles de sus seguidores, congregados frente a la sede de su partido en Ankara, Erdogan agradeció el apoyo de sus electores y resaltó que estos comicios "han dado el mensaje a Turquía y a todo el mundo de que la nación turca es imbatible".
Además, él aprovechó la ocasión para arremeter contra sus adversarios, alegando que hubo una campaña difamatoria, durante meses, orquestada en su contra. En vista de ello, prometió hacerles "pagar el precio" de sus críticas y acusaciones.
“No habrá Estado dentro del Estado. La hora ha llegado para eliminarles”, dijo Erdogan a la multitud que hacía ondear banderas de su partido.
Asimismo, el Primer Ministro recriminó al líder religioso Fethula Gülen, actualmente en el exilio en
Pensilvania, por un supuesto “complot” en su contra, en referencia a denuncias sobre la corrupción sistemática en su Gobierno.
Recientemente, una serie de conversaciones filtradas por la prensa relacionaron a Erdogan con prácticas de corrupción y autoritarias.
Sin embargo, las cifras muestran que Erdogan ha sobrevivido a todos los escándalos sin excesivos daños”, dijo el politólogo Mehmet Akif Okur, de la Universidad Gazi de Ankara. “Los electores creyeron que si Erdogan caía, ellos caerían con él.”
Los electores tampoco han dado importancia a las medidas del gobierno turco de cerrar Twitter y Facebook y limitar la libertad de prensa, siendo hoy Turquía el país que más periodistas tiene en prisión.
Tampoco ha afectado a Erdogan el reciente escándalo de la filtración de una grabación en la que el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, y el jefe del servicio de inteligencia evocaron la realización de una provocación, consistente en llevar a cabo un falto ataque desde Siria hacia Turquía con el fin de hallar un pretexto para atacar al país árabe.
La jornada electoral celebrada este domingo transcurrió en un ambiente de violencia, con un saldo provisional de nueve muertos y tres decenas de heridos en todo el país.
La crisis política continúa
A pesar de su nuevo triunfo en las urnas, la crisis política continúa y podría prolongarse hasta las presidenciales si Erdogan decide presentarse a las mismas.
“Eso pondría en cólera a los liberales, los seguidores de Gülen y a la oposición laica”, dijo Soner Cagaptay, del Washington Institute. “Erdogan se va a convertir en una figura más autoritaria y Turquía podría polarizarse más, lo que supone un riesgo evidente.”
Source: Agencias
“No habrá Estado dentro del Estado. La hora ha llegado para eliminarles”, dijo Erdogan a la multitud que hacía ondear banderas de su partido.
Asimismo, el Primer Ministro recriminó al líder religioso Fethula Gülen, actualmente en el exilio en
Pensilvania, por un supuesto “complot” en su contra, en referencia a denuncias sobre la corrupción sistemática en su Gobierno.
Recientemente, una serie de conversaciones filtradas por la prensa relacionaron a Erdogan con prácticas de corrupción y autoritarias.
Sin embargo, las cifras muestran que Erdogan ha sobrevivido a todos los escándalos sin excesivos daños”, dijo el politólogo Mehmet Akif Okur, de la Universidad Gazi de Ankara. “Los electores creyeron que si Erdogan caía, ellos caerían con él.”
Los electores tampoco han dado importancia a las medidas del gobierno turco de cerrar Twitter y Facebook y limitar la libertad de prensa, siendo hoy Turquía el país que más periodistas tiene en prisión.
Tampoco ha afectado a Erdogan el reciente escándalo de la filtración de una grabación en la que el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, y el jefe del servicio de inteligencia evocaron la realización de una provocación, consistente en llevar a cabo un falto ataque desde Siria hacia Turquía con el fin de hallar un pretexto para atacar al país árabe.
La jornada electoral celebrada este domingo transcurrió en un ambiente de violencia, con un saldo provisional de nueve muertos y tres decenas de heridos en todo el país.
La crisis política continúa
A pesar de su nuevo triunfo en las urnas, la crisis política continúa y podría prolongarse hasta las presidenciales si Erdogan decide presentarse a las mismas.
“Eso pondría en cólera a los liberales, los seguidores de Gülen y a la oposición laica”, dijo Soner Cagaptay, del Washington Institute. “Erdogan se va a convertir en una figura más autoritaria y Turquía podría polarizarse más, lo que supone un riesgo evidente.”
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