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miércoles, 19 de marzo de 2014

Nerviosismo en Rota: El escudo antimisiles de Rota no es capaz de frenar a los nuevos misiles rusos.





El Topol-M combina mayor velocidad que sus predecesores, ojivas nucleares inteligentes capaces de maniobrar en pleno vuelo y señuelos

En plena crisis de Crimea, Rusia ha probado sus nuevos misiles de carga nuclear de largo alcance, capaces de viajar miles de kilómetros a gran velocidad. Los nuevos sistemas rusos permiten al Topol-M saltarse la protección antimisiles de Estados Unidos. Algo que ha generado una honda preocupación entre los militares norteamericanos.

Los nuevos misiles intercontinentales TOPOL-M son capaces de recorrer 10.000 kilómetros.

Las alertas saltaron entre los militares de Rota la pasada semana, cuando en plena crisis de Crimea y mientras el secretario de Estado norteamericano John Kerry visitaba Ucrania, Rusia realizó unas pruebas de lanzamiento del misil Topol-M, capaz de alcanzar blancos a 10.000 kilómetros de distancia.
Esta familia de misiles intercontinentales lleva en funcionamiento en Rusia desde los años ochenta, pero con el paso de los años se ha ido desarrollando mejoras y aumentando su capacidad. El último que se ha probado es el modelo RS-12M Topol.

La amenaza del Topol-M




Según han difundido las propias fuerzas armadas de la Federación Rusa, este misil va equipado con diversas mejoras que le permiten saltarse cualquier escudo antimisiles. Incluido el que Estados Unidos planea en Europa, cuyo componente marítimo estará ubicado en la base española de Rota.

Parte de estos novedosos sistemas de ‘camuflaje’ se encuentran presentes entre otros modernos misiles rusos, como el Yars –que Rusia probó el pasado mes de diciembre-, el Rubezh o el Sarmat –operativo a partir de 2020.

En primer lugar, según explican las fuentes militares consultadas por ECD, el Topol probado recientemente es mucho más rápido en su fase de lanzamiento y su velocidad de crucero es también mayor.
Además, sus cabezas nucleares pueden liberarse con mayor antelación, permitiendo que cuando lleguen a la zona donde deberían ser neutralizadas estén mucho más separadas entre sí.

En tercer lugar, las ojivas están diseñadas para poder maniobrar y evitar el impacto contra misiles enemigos. Por si todo esto fuera poco, los rusos han incorporado señuelos entre las ojivas nucleares. De este modo, se confunde al armamento que dispone la OTAN para frenarlos.

Nerviosismo en Rota

“En este momento, vamos por detrás”. Así han trasmitido su desasosiego mandos de la U.S. Navy estadounidense a mandos de la Armada española, en recientes encuentros para tratar oficialmente “asuntos cotidianos de colaboración” en Rota.

Estas voces, consultadas por El Confidencial Digital, describen un ambiente de consternación y cierto pesimismo entre los altos mandos estadounidenses destacados en Cádiz. La conclusión es que el Escudo Antimisiles no está avanzando como debería, sobre todo tras comprobar el “aumento delpresupuesto ruso para investigación y desarrollo en materia balística”.

“Si bien es cierto que la amenaza principal o latente no es Rusia, una de las premisas del escudo es que resulte eficaz contra toda amenaza a la OTAN, provenga de donde provenga”, aseguran fuentes militares a ECD. De ahí, la decepción.


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